Ciencia Maya (Un Paréntesis En La Política)


Es cierto, hoy domina en la mente de muchas personas en Q. Roo las expectativas y especulaciones sobre quienes serán las personas que formen parte del equipo que va a recibir la administración pública por parte de la Gobernadora electa, Mara. Pero para crear condiciones para hacer mejores juicios, siempre es bueno tomar una pausa; ese es el propósito de esta entrega.
El pasado 20 de mayo, la revista Science publicó un artículo de Richard Kemeny (doi:10.1126/science.add1037), titulado “Los Mayas Prehispánicos usaron un adhesivo para pegar piedras preciosas en dientes, el cual puede explicar la prevención de caries”. El autor inicia señalando que los Mayas creían que su aliento era un canal de conexión con lo divino que por ello desarrollaron técnicas sofisticadas de cuidado de sus dientes (recordemos que los Mayas inventaron la goma de mascar a partir de la resina de chicozapote). Se han encontrado evidencias de inserciones de piedras como jade, turquesa y pirita en dientes frontales y se ha especulado que esa operación es parte del proceso de paso de la niñez a la adultez. Pero para ello debieron haber usado algún tipo de pegamento. La investigadora en bioquímica, Gloria Hernández Bolio del CINVESTAV encontró un compuesto secundario llamado sclareolide, producido por la planta del género Salvia, el cual tiene la propiedad no solo de adhesión, para fijar la piedra en el diente, sino que también es un eficaz bactericida y fungicida. Otrainvestigadora, Cristina Verdugo, antropóloga de la Universidad de California, Santa Cruz, señaló que ese descubrimiento permite confirmar que los Mayas no solo sabían trabajar los dientes con una alta eficacia (tenían que hacer perforaciones para abrir el espacio exacto de la piedra que se incrustará en el diente), sino que sabían cómo evitar efectos secundarios no deseados.
Sabemos que el calendario, las matemáticas y la astronomía son solamente unos ejemplos de conocimientos altamente sofisticados creados por los Mayas. Sin embargo, aún hay muchas preguntas entre los científicos; no solo para entender lo que expresan los códices, estelas y, ahora, las historias que todavía existen entre los abuelos/as cuando las transmiten a sus nietos, sino para entender cómo es que los Mayas desarrollaron esas habilidades de pensamiento avanzado.
El pasado 3 de junio, la revista Science, vol. 376, número 6597, publicó un artículo de Joshua Sokol titulado “Observadores de estrellas” (stargazers, en inglés), el cual describe el significado que expresan los códices y estelas con respecto al movimiento de los planetas y el calendario Maya. El enorme avance logrado se debió a que trabajaron en forma conjunta con Mayas vivos en Guatemala, conocidos como “los guardianes de los días”. Así lograron no solo descifrar elementos de los códices, sino que también permitió entender, en buena medida, la correlación entre la astronomía, las matemáticas y el calendario Mayas con decisiones cotidianas como cuando sembrar. Pero una constante en el proceso fue la reiterada observación de los guardianes de los días sobre lo rápido que se está perdiendo el conocimiento creado por los Mayas. Sobre esto una abuela le dijo a su nieta: “Le betik ka’abet a pak’ le nek’ tu ts’u a puksik’al,” (Necesitas sembrar la semilla en tu corazón, ese es el cimiento). Queriendo decir “no pierdas tu origen, busca tu identidad a través del conocimiento en la forma que lo hicieron tus antepasados”
Estos dos ejemplos ¿reflejan o no una ciencia Maya? Tema que no ha recibido la suficiente atención que debiera.
La Real Academia Española define ciencia como “Conjunto de conocimientos obtenido mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales con capacidad predictiva y comprobables experimentalmente” Con esta definición es posible respaldar en buena medida la posición de académicos y no académicos que consideran al conocimiento creado por los Mayas como ciencia. Esta posición pretende otorgar a ese conocimiento su verdadero valor para que sea reconocido en el mundo científico.
La otra posición sobre el tema sostiene que el conocimiento Maya no fue creado bajo el paradigma de la ciencia, el cual es eminentemente de carácter occidental. Al darle el estatus de ciencia al conocimiento maya, se estaría perdiendo la oportunidad de encontrar los mecanismos que hicieron posible ese conocimiento y que podría tener elementos diferentes al del método científico; al mismo tiempo al darle el estatus de ciencia, se estaría perdiendo la oportunidad de fortalecer la identidad indígena Maya.
Queda claro, el tema necesita recibir mucha más atención. El estado podría recibir enormes beneficios en este proceso, tal y como se ha demostrado en otros países como Nueva Zelanda, Australia, Canadá, Japón, donde el conocimiento ancestral no solo se reconoce, sino que se potencializa y permite forjar una identidad fuerte.
